Síntesis de trabajo de relevamiento publicado por Víctor A. Ramos para el Servicio Geológico Nacional en “Relatorio del IX Congreso Geológico Argentino, Geología y Recursos Naturales de la Provincia de Río Negro”, San Carlos de Bariloche, 1984. Auspiciado por la Asociación Geológica Argentina. (Buenos Aires, 1984)
Aguas subterráneas
La existencia de tierras áridas abarcando un ochenta por ciento del territorio provincial convierte al manejo del recurso hídrico subterráneo en una tarea donde el conocimiento de las características hidrogeológicas y la capacidad de almacenamiento potencial son vitales para una adecuada planificación del recurso. La elevada salinidad de las aguas subterráneas y las complicaciones constructivas de las obras de captación profunda son intrínsecas de las unidades hidrogeológicas reconocidas.
Su complejidad muestra una amplia gama de permeabilidades desde una impermeabilidad total o intersticial a rocas porosas con buena capacidad de almacenamiento. El mapa hidrogeológico limita las características de las diferentes unidades que han de tenerse en cuenta para obtener los caudales necesarios a un costo mínimo.
Yacimientos metalíferos
La actividad mineral principal es la explotación de hierro de origen sedimentario en el distrito de Sierra Grande. Está compuesto por magnetita y hematita secundaria asociadas a minerales de apatita responsables del contenido en fósforo de la mena, alcanzando un 54,80% de óxido de hierro y 3,37% de fosfatos. Sus reservas medidas sobrepasan los 140 millones de toneladas que se explotan a un ritmo máximo de 1 millón de toneladas anuales con una producción de pellets de hasta 616 mil toneladas.
El segundo mineral en importancia lo constituye el wolframio procedente de la mina San Martín, la que ha producido más de 20 mil toneladas de mineral y que actualmente se halla bajo estudio. Otro recurso importante es el plomo asociado a plata y cinc, que en el pasado aportó 446 toneladas anuales de concentrado de plomo de 63% y 1.590 toneladas de cinc concentrado al 47%, procedentes de diversos yacimientos.
El manganeso y el cobre han sido explotados saltuariamente siendo su potencial limitado.
Yacimientos no metalíferos y rocas de aplicación
La producción de éstos alcanza el 88% del valor de los minerales obtenidos en la provincia. La fluorita, baritina, caolín, bentonitas, yesos y calizas constituyen junto a algunos yacimientos de arcillas y diatomitas los principales recursos. Su producción es importante a nivel nacional, no habiendo limitaciones con respecto a sus reservas en la mayor parte de los casos. Su menor extracción en los últimos años es sólo consecuencia de una generalizada recesión industrial.
Prospectos mineros
Los estudios y levantamientos realizados por el Plan Patagonia-Comahue han detectado numerosas zonas de interés con anomalías significativas. Entre ellas se destacan las mineralizaciones polimetálicas de Arroyo Fresco, Tres Morros, La Veranada y Mesada de los Baguales. En la región cordillerana diversos sectores piritizados como los de las Cabeceras del rio Foyel, el arroyo Ushuaia y el cerro Piltriquitrón, entre otros, asociados a una interesante alteración hidrotermal, se muestran como prospectos interesantes para detectar concentraciones de oro, cobre y plomo. En la región extraandina han sido seleccionadas diversas áreas de interés para la prospección de wolframio.
Combustibles sólidos
En la provincia se han localizado carbones, esquistos bituminosos y turba. Los primeros se ubican en la región preandina y corresponden a carbones mesozoicos y terciarios, siendo la mina Pico Quemado, de la cual se extrajeron unas 30 mil toneladas de mineral, una de las principales. Los esquistos bituminosos comprenden a las arcillas de la Formación Río Foyel portadora de niveles con bitumen.
La reserva global estimada es de unos 3 millones de toneladas que constituye un interesante punto de partida para la exploración de la región, en especial de carbones de interés siderúrgico.
Metalogénesis
Al ciclo ferrífero sedimentario silúrgico le siguen las manifestaciones de plomo, cinc, wolframio, manganeso y flúor asociadas al ciclo magmático gondwánico. En la región cordillerana las series andesíticas paleógenas presentan mineralizaciones de plomo, plata, cinc, cobre y oro. El manganeso se asocia a aguas circulantes en terrenos sedimentarios posiblemente removilizadas por la acción de efusiones basálticas alcalinas. Escasas manifestaciones estratiformes de estroncio y bario se asocian a sedimentitas terciarias marinas.
Yacimientos de hidrocarburos
Las cuencas del Colorado, Ñirihuau y Neuquina son las áreas de mayor interés para alumbrar hidrocarburos en la región. Sin embargo, hasta el presente sólo la cuenca neuquina ha producido petróleo y gas. Sus yacimientos han permitido obtener más de 60 millones de metros cúbicos de petróleo y 17 mil millones de metros cúbicos de gas procedentes de entrampamientos combinados donde se asocian un acuñamiento de niveles porosos y permeables del borde de la cuenca con plegamiento de la cubierta sedimentaria. Las rocas generadoras corresponden a niveles pelíticos de las formaciones Los Molles y Vaca Muerta y de los niveles calcáreos de la formación Loma Montosa. Las rocas reservorio varían desde el Grupo Choiyoi a diversas unidades psamíticas cretácicas.
Aprovechamientos hidráulicos
La riqueza hídrica de la provincia ha sido evaluada desde principios de siglo, para el aprovechamiento hidroeléctrico y para la expansión de zonas de regadío. Constituye la región más promisoria del país con un potencial de 5.400 megavatios y una capacidad de generación de 19.340 gigavatios hora, cuando se puedan finalizar los diversos proyectos y estudios en ejecución.
Las hectáreas bajo riego alcanzan en la actualidad 144.600, pudiéndose duplicar con los proyectos del Valle Medio y Valle inferior, actualmente en ejecución. Sin embargo, la regularización del río Limay incorporaría más de 500.000 hectáreas lo que potenciaría a la región del Comahue como uno de los polos agrícolo-energéticos más importantes del país. (…)